Los primeros datos con los que nos encontramos a la hora de hablar de la Villa de Velamazán nos llevan a finales del siglo XII, es entonces, según está recogido en el Obispado de Sigüenza, cuando en 1170, Alfonso VIII, firma una cédula otorgando la propiedad a la diócesis de Sigüenza concediéndoles el Monasterio de Velamazán, siendo obispo Don Joselmo. Hay tres teorías sobre el estilo del monasterio, una de ellas indica que pudo ser cisterciense, otra que pudo ser templario (pudo estar construido en la inmediación de la ermita actual) y otra teoría indica que pudo ser monasterio de monjas, porque en la cercanía hay dos parajes que reciben este nombre.
A finales del siglo XI y principios del XII conocemos de la existencia de una parroquia, la de La Santa Cruz, pudo ubicarse debajo de la actual parroquia, y su situación no sería de este a oeste, sino de norte a sur, lo que sería la planta en la esquina actual del palacio. La iglesia desaparece, y el culto se traslada a la otra iglesia de arriba llamada de San Sebastián, hoy desmantelada, y durante casi cinco siglos cementerio. De su estilo primero, románico, es la portada que mira al sur, posee un arco de medio punto y arquivoltas. Incluye elementos góticos tras su reedificación.
A principios del siglo XVII, concretamente el 8 de enero de 1620, llega hasta Sigüenza el Marqués de Velamazán, Martín González de Castejón, acompañado de su hijo para negociar con el obispo, Sancho Dávila, la construcción de la actual Iglesia, da como razón que al celebrarse el culto en la de arriba no pueden ir niños y ancianos. Los datos están registrados en el libro de cuentas de la diócesis desde 1609-1616.
El marqués se erige en patrono de la iglesia nueva y encarga tres retablos, el de la capilla mayor y laterales a Francisco Martínez del Villar, todo ello ante el notario Juan Martínez Baroja, por un valor de 15.000 reales de vellón, una moneda de cobre, cuya aleación con plata recibirá el nombre de vellón.
Hay motivos que indican que el marquesado de Velamazán, era título de la corona. En 1347 era casa noble, fecha en la que se produce el hallazgo de la virgen de Ágreda, el pastor que recoge el cofre que fluye sobre las aguas del río (¡cidacos o matachel!) guarda rebaños para el Marqués de Velamazán. La virgen de los milagros es propiedad del marquesado de Velamazán, hasta hoy se mantiene el derecho de que la imagen no pueda salir de la iglesia, sino es con acta notarial de permiso.
Miguel Moreno y Moreno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario